Hoy estamos viviendo deprisa como locos sin parar. Si eres ama de casa tu jornada empieza muy temprano al levantar a los chicos para ir a la escuela, prepararles el desayuno y quizás llevarlos.
Volviendo para ahorrar tiempos, haces las compras, llegas a la casa y te espera la escoba el cepillo y la lavandina.
Planchar, lavar, coser, cocinar.
Y te acuerdas que debes pagar ese bendito impuesto, y allí vas deprisa antes de que cierre el banco y esa cola interminable, haces un paneo por la fila y ves toda clase de injusticias, ese anciano que podría ser el abuelo que ya no tienes, esperando por cobrar esa vergonzosa jubilación.
No seria mas justo que después de haber trabajado toda su vida para el estado, este le retribuya mínimamente llevándole su dinero a su casa, podría hacerlo alguno de los millones de empleados ñoquis gubernamentales, y podría seguir con una lista infinita de candidatos aptos.
Esto sin detenerme en pensar en el conflictivo PAMI, con su atención precaria. ES JUSTO?.
En la otra punta una mujer embarazada la cual nadie la deja pasar, cuantas de todas las mujeres de la cola estuvieron en esa situación alguna Vez, y no somos capaces de solidarizarnos con ella, cuántos hombres tuvieron a su mujer o su hermana en ese estado, pero es como en el tren o colectivo, miramos por la ventanilla o nos hacemos los dormidos. Y también en esa larga espera me puse a pensar que iba a pagar un Servicio, servicio para quien?, para nosotros o para la multinacional que se lleva nuestro esfuerzo al extranjero?. Porque no dejamos de servir al IMPERIO.
Cuando me esta por tocar llega una señora de esas que se ven en la revista GENTE y sin la mínima cortesía o educación me ignora y sé cola sin más ni menos. Y ahí me quedé yo sin decir nada y protestando sola.
Y si una vez por todas decimos basta.
Basta de humillarnos y arrodillarnos ante ellos, somos todos iguales sin distinción de edad, de raza o condición social. Todos somos seres humanos, o al menos seres, solo faltaría que seamos más humanos.
BEATRIZ
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