miércoles, 14 de marzo de 2007

EN EL PUEBLO ESTA LA RESPUESTA




Cuanta pobreza es necesaria, para despertar la conciencia del ser humano?. Cuantos niños mas, deben morir a causa del hambre, para que nuestros corazones se arruguen de dolor, siendo esta la única forma de lograr comprender lo que siente un ser humano, privado de vivir como tal, la impotencia de un padre al ver como su hijo se pierde en la tierra por la falta de alimento?.
Porque, si la educación, la alimentación y la salud, son un derecho para cualquier ser humano, en esta sociedad se presenta como un privilegio para los que pueden pagarlas?. Tal vez deberíamos aprender muchas cosas de nuestro querido pueblo hermano, CUBA.
Muchas preguntas y ninguna respuesta de parte de los que deben brindar estos servicios, como siempre, promesas vacías.
Mirando la foto que acompaña este texto se puede resumir el motivo del mismo. Cada uno de nosotros puede hacer mucho para que esta situación pueda aliviarse aunque sea tan solo un poco, y así darle un respiro a nuestros hermanos hasta lograr conseguir la victoria para su bienestar. Podemos ayudar en nuestra
cuadra, en nuestro barrio, en nuestra sociedad. Si cada uno de nosotros pudiera poner en practica este sistema, serian muchas las personas que podríamos ayudar, transformando una ciudad individualista en una COMUNIDAD HUMANA. Una comunidad con completa conciencia de hermandad, de solidaridad.
Pongamos nuestros votos por lograr unir a las personas en acción de ayuda, en conciencia de hermandad para ayudar a nuestros hermanos.
Solo nosotros podemos ayudarnos, solo nosotros podemos cambiar las cosas. Solo el pueblo conoce sus necesidades y problemas, y solo él puede encontrar la solución.
No esperemos la “BENEFICENCIA PREELECTORAL” que solo nos hunde en un circulo vicioso que nunca acaba, en el circulo que utiliza nuestra desesperación para conseguir el poder. No dejemos que el interés político maneje nuestra sociedad, decidiendo por nosotros, por sobre lo que nosotros queremos.
En nosotros esta la respuesta, solo debemos sentir con el corazón, dejando de lado todos los prejuicios.



CAMILO

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